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Perder a un bebé provoca un dolor intenso e indescriptible que sólo entienden los papás que lo han vivido.

Es duro de procesar, de aceptar y aprender a vivir con ello.

Pero ¿qué pasa cuando vuelves a quedarte embarazada después de vivir una situación tan intensa?

Si, tu cabeza y los de tu alrededor te dicen constantemente que debes estar relajada y confiar en que no tiene por qué ocurrir lo mismo.

Pero esa sensación de vulnerabilidad te recorre todo el cuerpo y no puedes evitar sentir miedo.

Dependiendo de cómo haya sido la situación vivida, en qué semana de gestación perdiste al bebé, cómo fue el trato recibido por los sanitarios, etc, puede que tengas unos miedos u otros.

¿Qué puedo esperar sobre las sensaciones o pensamientos que puedo tener? 

-Es normal que la fecha en la que perdiste al bebé sea como un límite que necesitas pasar para poder respirar y sentirte un poco más segura. 

– Es normal también que cuando llegues a esta fecha, revivas con más intensidad todo lo que viviste y te encuentres unos días o incluso unas semanas removida.

– Es normal que si sangraste cuando tuviste la pérdida, estés todo el rato mirando tu ropa interior para asegurarte de que no hay ningún manchado extraño.

– Es normal que te pueda costar conectar con tu bebé. Es un mecanismo de tu mente para defenderte del dolor. Esta conducta se basa en la creencia de que si no te conectas con el bebé y lo pierdes, te dolerá menos. Si lo piensas un poco racionalmente, no tiene sentido, pero a veces cuesta luchar con lo racional cuando las emociones son tan intensas.

– Es normal que antes de una revisión o ecografía te entren todos los males, te asustes, te agobies, te pongas nerviosa. Ya pasaste por eso una vez y si fue una situación en la que los sanitarios no supieron quizá dar las noticias con tacto o no te trataron con respeto a ti o a tu bebé, puedes sentir además mucho rechazo a volver a entrar a un hospital o a la consulta.

-Si ya has sentido los movimientos de tu bebé, puedes llegar a  obsesionarte con ello ya que cuando lo notas, sientes que todo va bien. Aunque durante el segundo trimestre, en el que todavía tienen mucho espacio y en ocasiones puedes no notarlos o simplemente pillarlos en una buena siesta, el no notarlos durante un tiempo puede llegar a ser muy angustioso.

¿Qué puedo hacer?

• Intenta ir día a día, no adelantes acontecimientos e intenta disfrutar cada día y cada pequeño momento de ese embarazo. Nadie puede asegurarte con una certeza absoluta que todo va a ir bien, pero si por lo que fuera no es así, tú y tu bebé tenéis derecho a haber disfrutado el uno del otro el tiempo que estéis juntos.
• Hablar de tus miedos, no te los calles, no tienes que sentirte mal ni una obsesionada ni una hipocondríaca. Perdiste a tu bebé y es normal sentir algo de miedo. Compartir lo que sientes y lo que piensas con tus personas cercadas puede ayudarte a encontrarte mejor.
• Sigue tu instinto siempre. Si en algún momento sientes que algo no va bien, acude a tu ginecólogo o a urgencias. Lo más normal es que no fuera nada, pero si es así, cuanto antes vayas antes te quedarás tranquila.

Si sientes que todavía sientes mucho dolor por tu pérdida, que revives constantemente la experiencia que viviste, si te sientes culpable por este nuevo embarazo, es muy probable que no hayas procesado todo esto y te siga generando malestar, que se haya vuelto traumático. En ese caso, pide ayuda a un profesional cuanto antes, ya que procesar la experiencia vivida conseguirá que ese malestar se reduzca considerablemente, y cuando antes lo hagas, antes podrás darle un lugar sano al bebé que ya no está contigo y antes podrás disfrutar todo lo posible del bebé que está por llegar. Si lo haces, te recomiendo que tenga experiencia en duelo perinatal y también te recomiendo si puede ser, que realice terapia EMDR. En mi caso, casi toda la base de las sesiones que realizo son con EMDR, ya que es un tipo de terapia que funciona realmente bien y de manera muy rápida para tratar traumas no resueltos.

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